Cinco cosas importantes que te enseña la vida |
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1. La pregunta más importante.
Durante mi segundo semestre en la escuela
nuestro profesor nos dio un examen
sorpresa, yo era un estudiante consciente y leí rápidamente todas las preguntas,
hasta que leí la última: ¿Cuál es el nombre de la mujer que limpia
la escuela?
Seguramente esto era algún tipo de broma; yo había visto muchas veces a la mujer que limpiaba la escuela, ella era alta, cabello oscuro, como de cincuenta años, pero, ¿como iba yo a saber su nombre? Entregue mi examen, dejando la última pregunta en blanco.
Antes de que terminara la clase, alguien le pregunto al profesor si la ultima pregunta contaría para la nota del examen. Absolutamente, dijo el profesor, en sus carreras ustedes conocerán muchas personas, todas son importantes. Ellos merecen su atención y cuidado, aunque solo les sonrían y digan Hola, Yo nunca olvidé esa lección.
También aprendí que su nombre era Elena.
TODOS SOMOS IMPORTANTES
2.- Auxilio en la lluvia.
Una noche, a las 11:30 p.m., una mujer de edad
avanzada estaba parada en el paradero de una autopista, tratando de soportar una
fuerte tormenta. Su auto se había descompuesto y ella necesitaba
desesperadamente que la llevaran. Toda
mojada, ella decidió detener el próximo carro.
Un joven se detuvo a ayudarla, a pesar de la
fuerte lluvia, el joven la llevó a un lugar seguro, la ayudo a obtener
asistencia y la puso en un taxi. Ella parecía
estar bastante apurada, pero sin embargo anotó la dirección del joven, le
agradeció y se fue.
Siete días pasaron, cuando tocaron la puerta de su casa. Para su sorpresa, un Televisor pantalla gigante a color le fue entregado por correo a su casa, tenía una nota especial adjunta al paquete, esta decía: Muchísimas Gracias por ayudarme en la autopista la otra noche. La lluvia anegó no solo mi ropa sino mi espíritu, entonces apareció usted, gracias a usted, pude llegar al lado de la cama de mi marido agonizante, justo antes de que muriera. Dios lo bendiga por ayudarme y por servir a otros desinteresadamente.
Sinceramente: La Señora Fernández.
NO ESPERES NADA A CAMBIO Y LO RECIBIRÁS.
3.- Siempre recuerda aquellos a quienes sirves.
En los días en que un helado costaba mucho
menos, un niño de 10 años entró en un establecimiento y se sentó en una mesa, la
mesera puso un vaso de agua en
frente de el. ¿Cuanto cuesta un helado de chocolate con cacahuates? pregunto el
niño, cincuenta centavos, respondió la mesera.
El niño saco su mano de su bolsillo y examino un número de monedas.
¿Cuanto cuesta un helado solo?, volvió a preguntar.
Algunas personas estaban esperando por una mesa y la mesera ya estaba un poco impaciente.
Treinta y cinco centavos dijo ella bruscamente.
El niño volvió a contar las monedas.
Quiero el helado solo dijo el niño. La mesera le trajo el helado, y puso la cuenta en la mesa y se fue.
El niño termino el helado, pago en la caja y se fue.
Cuando la mesera volvió, ella empezó a limpiar la mesa y entonces le costo tragar saliva con lo que vio; allí, puesto ordenadamente junto al plato vació, habían veinticinco centavos... su propina.
JAMAS JUZGUES A ALGUIEN ANTES DE TIEMPO.
4.- Los obstáculos en nuestro camino.
Hace mucho tiempo, un rey coloco una gran roca obstaculizando un camino, entonces se escondió y miro para ver si alguien quitaba la tremenda roca.
Algunos de los comerciantes más adinerados del
rey y cortesanos vinieron y simplemente le dieron una vuelta. Muchos culparon al
rey ruidosamente de no mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo algo
para sacar
la piedra grande del camino.
Entonces un campesino vino, y llevaba una carga
de verduras, al aproximarse a la roca, el campesino puso su carga en el piso y
trato de mover la roca a un lado
del camino, después de empujar y fatigarse mucho, lo logró. Mientras recogía su
carga de vegetales, el noto una cartera en el piso, justo donde había estado la
roca, la cartera contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo rey
indicando que el oro era para la persona que removiera la piedra del camino.
El campesino aprendió lo que los otros nunca entendieron.
Cada obstáculo presenta una oportunidad para mejorar la condición de uno.
SI ALGUNA VEZ CAES, LEVANTATE Y SIGUE ADELANTE
5.- Donando sangre.
Hace muchos Años, cuando trabajaba como
voluntario en un Hospital de Stanford, conocí a una niñita Llamada Liz quien
sufría de una extraña enfermedad, su única oportunidad de recuperarse
aparentemente era una transfusión de sangre de su hermano de 5 años, quien había
sobrevivido milagrosamente a la misma
enfermedad y había desarrollado anticuerpos necesarios para combatir la
enfermedad.
El doctor explicó la situación al hermano de la niña, y le pregunto si estaría dispuesto a dar su sangre a su hermana; yo lo vi dudar por solo un momento antes de tomar un gran suspiro y decir: Si, lo haré, si eso salva a Liz.
Mientras la transfusión continuaba, el estaba acostado en una cama al lado de la de su hermana, y sonriente mientras nosotros los atendíamos al ver retornar el color a las mejillas de la niña.
Entonces la cara del niño se puso pálida y su
sonrisa desapareció, el miró al doctor y le pregunto con voz temblorosa ¿A que
hora empezaré a morirme?
Siendo solo un niño, no había comprendido al doctor; el pensaba que le daría
toda su sangre a su hermana, y aún así se la daba.
AYUDA DESINTERESADAMENTE.